1. ¿La acupuntura funciona?
Si. La acupuntura funciona desde hace miles de años y lo
sigue haciendo. La acupuntura forma parte del sistema terapéutico de todo el
oriente del planeta, así como en la actualidad de varios países occidentales
como Canadá, Chile, Reino Unido, entre otros. Esto se debe a la alta eficacia
de la acupuntura y la demostración científica de sus resultados.
2. ¿Qué trata la acupuntura?
La acupuntura trata una gran variedad de alteraciones.
Actualmente en occidente se le conoce por su eficacia contra el dolor y el
stress, sin embargo, puede tratar enfermedades como la gastritis, el
estreñimiento, el insomnio, la obesidad, la depresión, la ansiedad, la fatiga
crónica, la artritis, las alergias, la sinusitis, el resfriado, la gripe, las
migrañas, y muchas otras. La acupuntura ha demostrado su capacidad para
resolver patologías que incluso en occidente se consideran de origen
“idiopático”.
Si bien su eficacia es bastante buena, la acupuntura
tampoco es una panacea. Enfermedades muy graves o avanzadas no son susceptibles
a ser curadas a través de la acupuntura, pero definitivamente su tratamiento
acupuntural aporta siempre una mejoría y una gran ayuda. Este es el caso de las
enfermedades como el cáncer, la diabetes insulino-dependiente, la soriasis, y
otras en las cuales la acupuntura ofrece un excelente complemento como
regulador del sistema inmunológico, del metabolismo y mantenimiento de buenos
niveles de energéticos que acercan a la persona a un estado saludable, puesto
que la terapia acupuntural favorece la auto-reparación del cuerpo.
La acupuntura actúa como terapia independiente. Esto
quiere decir que por si sola, es capaz de curar patologías como por ejemplo, la
sinusitis. Por otro lado, también puede ser complementaria: casos como una
fractura, en la cual definitivamente hace falta colocar un yeso; pero en los
cuales puede además colocarse acupuntura para acelerar el proceso de formación
del hueso y así impedir que se atrofien los músculos debido a un período
prolongado de reposo absoluto del miembro.
3. ¿Duele la inserción de las agujas?
En general, no duele la inserción de las agujas. La
sensación dolorosa depende de diferentes factores: en primer lugar, un debido
entrenamiento por parte del terapeuta garantiza la ausencia de dolor en la
puntura, o la minimización de dicha sensación. Lo normal es que se sienta un
pinchacito equivalente a presionarse levemente con la punta de un bolígrafo.
En segundo lugar, depende del punto a tratar. Existen
puntos muy sensibles, como por ejemplo los puntos Ting, que se encuentran en la
punta de los dedos, o por ejemplo el punto Yingxiang (20IG) que queda en el
pliegue de la naríz. Estos puntos contienen una gran cantidad de terminaciones
nerviosas que hacen que el punto sea muy sensible y que la puntura sea
dolorosa. Sin embargo, el dolor no es muy fuerte, y desaparece a los pocos
segundos de la inserción. Además, un buen terapeuta trata de lograr los mismos
efectos con otros puntos menos dolorosos, pero en algunos casos esto no es
factible, y deben colocarse. Para tranquilidad del lector, la cantidad de
puntos realmente dolorosos es pequeña y la mayoría de los puntos no son
sensibles.
En tercer lugar, el dolor puede depender de la
subjetividad del paciente. Existen personas con fobia a las agujas, y en muchos
casos la sensación está más en su mente que en la punción; de hecho, algunos
pacientes fóbicos experimentan el dolor de la puntura mucho antes de la
inserción de la aguja, hecho que refleja que sus miedos acentúan y deforman sus
sensaciones. No muchas personas le tienen fobia a las agujas, y aquellas que la
tienen y se tratan, siempre coinciden en que después de todo, valió la pena.
Es normal sentir cierto nerviosismo por la puntura,
sobretodo cuando es la primera vez que uno se hace acupuntura, pero después de
la primera sesión, la tranquilidad lo invade a uno y se observa que la
sensación dolorosa es mínima o totalmente ausente.
4. ¿El efecto de las agujas es solamente psicológico? ¿un
placebo?
La acupuntura tiene efectos fisiológicos creas en ella o
no. Varios estudios realizados en bebés y animales (sujetos no sugestionables y
por consecuencia libres del efecto placebo) han demostrado que la aplicación de
acupuntura genera efectos en el organismo independientemente de las creencias
del sujeto. Asimismo, experimentos que involucraron “falsa acupuntura” (Agujas
puestas en lugares en los que no hay puntos, o agujas que no penetraron la piel
y sólo se fingió la sensación de pinchazo) demostraron que la misma no generó
efectos fisiológicos significativos, aún en las personas que “creían” en la
acupuntura. La acupuntura no es un placebo.
Sin embargo, debe apuntarse que las creencias de la
persona siempre afectarán los resultados de TODA intervención terapéutica,
trátese de una aspirina, un antibiótico, una operación, una consulta
psicológica o de la acupuntura. Si la persona está totalmente negada al efecto
terapéutico, aún cuando fisiológicamente en su organismo se den cambios, el
individuo, a nivel SUBJETIVO, no apreciará los cambios que experimentó. Ahora
bien, si su mentalidad es neutra o positiva los efectos serán amplificados por
el sujeto y los experimentará positivamente, así como serán más duraderos.
5. ¿Qué es la moxa?
La moxa es una planta llamada Artemisa Vulgaris o
Artemisa Sinensis, que se seca y se procesa de manera que pueda aplicarse en
los puntos de acupuntura en forma de termoterapia. El “algodón” que se forma de
la planta, se enrolla en forma cilíndrica y se enciende por uno de sus
extremos; esta parte encendida se acerca a los puntos de acupuntura y se los
calienta, generando efectos específicos sobre el organismo. Si bien existen
técnicas donde la moxa se aplica directamente sobre la piel, en occidente no se
aplica de esa manera, puesto que puede generar quemaduras y cicatrices, por
ello en occidente sólo se acerca el cilindro al punto y se calienta el mismo,
dando una sensación agradable de tibieza.
La artemisa se utiliza por ser la única planta que genera
una emisión de longitud de ondas infrarrojas que van de 4 a 14 micras y que es
compatible con la biología de los seres vivos. Si bien el rollo de moxa es la
versión más utilizada en occidente a nivel terapéutico, existen otras formas de
utilizar la moxa, como los conos de moxa, la moxa hueca, la caja de moxa, etc.
La moxa se aplica en
patologías como el síndrome de hombro congelado, reumatismos, y sobretodo en
patologías emocionales como la depresión y la ansiedad. Asimismo la moxa se
utiliza en problemas digestivos, y metabólicos. La moxa es otra técnica
bastante utilizada para la armonización de la energía y algunos terapeutas se
especializan en el tratamiento de las enfermedades exclusivamente con el uso de
la moxibustión (que es el nombre que se le da a la aplicación de la moxa en los
puntos de acupuntura).
Aplicación de Moxa en la Zona Lumbar